La relación íntima que existe con los perros comenzó hace 30,000 años con el lobo, el ancestro del perro. ¿Cómo ocurrió esta atracción? Los lobos viven en grupos de seis a nueve familiares llamados jauría. Cada jauría debe encontrar y defender un territorio que considera amplio para su caza. Incluso, llegan a matarse entre sí para protegerlo. Los lobos adolescentes deben salir de la jauría y buscar una pareja; la loba es quien escoge. Se mantienen juntos de por vida, se reproducen y crean su propia jauría. Los que no logran encontrar pareja terminan solitarios, excluidos. Por eso, viven una vida mas dura: es difícil defenderse solos contra un jauría.
Uno de estos lobos solitarios se habrá acercado a un campamento de los humanos oliendo la carne que quemaban en sus fogatas. Lo huesos y carne que dejaban los humanos fue lo que comían. Cada vez estos lobos pasaban mas y mas tiempo cerca de los humanos. Y los humanos también contribuyan a acercar la relación. Ellos empezaron a dejar caer sobras de sus comidas todos los días. El lobo recibe comida y el hombre un compañero que le podía avisar de cualquier peligro, siempre atento. Domar es cuando una especie se acostumbra a la presencia de los humanos. Con cada generación los lobos que eran mas amigables con los humanos se reproducieron entre ellos. Y sus hijos también salieron con un temperamento amigable a ser el sirviente de los humanos. Se puedo concluir que algunos de los lobos (no todos) fueron los que tomaron el primer paso de ser domados. Pero ser domado es diferente a la domesticación una idea que cambiarían la humanidad.